Revoluciones en democracia, democracias en revolución Escrito por Luis Britto García.
30 septiembre, 2013 Deja un comentario
Revolución sufre desde el primer instante el doble asedio de una contrarrevolución interna y otra externa.
1 Democracia: soberanía de la mayoría. Soberanía: poder máximo que no se somete a ningún otro. Contra estas definiciones la reacción ha tejido el infundio de que no es posible una Revolución en Democracia ni una Democracia en Revolución.
2 Así, toda Revolución sufre desde el primer instante el doble asedio de una contrarrevolución interna y otra externa cuyo objetivo es derrocar por la violencia al gobierno popular y restablecer el poder de la oligarquía. Si dichas tentativas no triunfan de inmediato, se prolongan en larga guerra económica de desgaste para arruinar la Revolución forzándola a priorizar la defensa militar y a endurecer la seguridad interna. Así ocurrió contra la burguesa Revolución Británica, contra la Revolución Francesa, contra la Bolchevique, la China y cuantas en el mundo han sido.
3 Este mecanismo funciona exactamente igual para América Latina y el Caribe. Consideremos ejemplos:
El presidente democráticamente electo Jacobo Arbenz intenta expropiar tierras de la United Fruit en Guatemala y es derrocado por una combinación de golpe militar e invasión mercenaria financiada por Estados Unidos.
El primer ministro Fidel Castro avanza reformas mayoritariamente apoyadas por el pueblo cubano. Sigue una invasión de mercenarios financiada, entrenada y apoyada por Estados Unidos; derrotada ésta, un bloqueo económico que dura hasta hoy.
El presidente democráticamente electo Juan Bosch realiza moderadas reformas económicas en República Dominicana y es derrocado por una combinación de golpe militar e invasión del ejército de Estados Unidos.
El presidente democráticamente electo Salvador Allende nacionaliza la industria chilena del cobre, reconoce derechos fundamentales a los trabajadores y es derrocado y asesinado por un golpe militar planeado y apoyado por Estados Unidos.
El dirigente Omar Torrijos logra en 1977 los acuerdos Torrijos-Carter en virtud de los cuales el Canal de Panamá queda posteriormente bajo el control de los panameños, y fallece en misterioso e inoportuno accidente de aviación.
El presidente democráticamente electo Daniel Ortega avanza moderadas reformas agrarias en Nicaragua y es sometido a bloqueo y a cotidiana invasión y sabotaje durante casi una década por “contras” entrenados, armados y financiados por Estados Unidos.
El presidente democráticamente electo Hugo Chávez Frías intenta imponer 49 leyes de reforma de la economía y la sociedad venezolana, se niega a privatizar Petróleos de Venezuela, y es derrocado temporalmente por un golpe militar planeado y apoyado por Estados Unidos.
El presidente democráticamente electo Rafael Correa afianza la propiedad de Ecuador sobre sus recursos naturales, y es atacado por un golpe de Estado apoyado por Estados Unidos y por sectores de la Conaie.
El presidente democráticamente electo Manuel Zelaya se acerca al grupo de países de la Alba, inicia moderadas reformas económicas y sociales en Honduras, y es depuesto por un golpe de Estado preparado y apoyado por Estados Unidos desde la base de Palmasola.
El presidente democráticamente electo Fernando Lugo inicia moderadas reformas, y el Congreso lo depone en un golpe legislativo que dura apenas horas.
En todos los casos la agresión fue acompañada por campañas mundiales de difamación mediática y activa injerencia de cortes y organismos internacionales en los asuntos internos de la víctima.
4 Nunca fueron intervenidas ni bloqueadas ni saboteadas dictaduras de derecha. Sólo se salvaron de los asaltos autoritarios Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, donde contundentes movilizaciones derrotaron a Imperio y oligarquías. Éstas se logran mediante la prédica y la práctica de la participación, la educación, la justicia social, la organización, invencibles herramientas de la articulación de la voluntad popular.